Tiburones de La Guaira logró hacer historia en una de las ediciones más espectaculares de la Serie del Caribe. Y es que a la par de romper su sequía de títulos en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), los escualos también hicieron lo propio en el certamen caribeño para un representante criollo.
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Pero tanto en la vida como en los deportes, todo pasa y solo es cuestión de tiempo para volver a sonreír. El 9 de febrero será una fecha más que recordada para todos los jugadores, y en especial para uno de los más veteranos: Wilson Abraham Ramos.
El experimentado receptor puede decir hoy que es doble campeón de la Serie del Caribe. Lo más destacable es que justo lo consiguió 15 años después de haberlo hecho con los Tigres de Aragua en 2009, el que hasta hace poco había sido el úlimo conjunto venezolano en convertirse en monarca del Caribe.
Con la buena disposición de representar al país, el manager Oswaldo Guillén no dudó ni un segundo en reforzar su equipo con Ramos, caballo de mil batallas y figura super respetada en la pelota criolla. Esa veteranía tanto a la defensiva como a la ofensiva terminó siendo más que un plus para los escualos.
Para este torneo celebrado en el IoanDepot Park de Miami, el pelotero de 36 años jugó en siete de los ocho compromisos de Tiburones, colaborando con nueve imparables en 29 turnos al bate, con seis carreras anotadas, dos remolcadas, y .310 de promedio al bate.
Si bien su rol con los escualos fue como bateador designado, cabe recordar que con los Tigres sí se destacó detrás del plato. En aquel 7 de febrero del 2009, Ramos guió los pitcheos de lanzadores como Orber Moreno y Francisco Buttó para triunfar ante México, y de esa manera conquistar su primera Serie del Caribe.