En diciembre de 2020, la idea de un partido entre los Diablos Rojos del México y los Yankees de Nueva York parecía una simple broma por el Día de los Inocentes. Sin embargo, cuatro años después, este sueño se ha convertido en una realidad gracias a una compleja negociación entre ambas organizaciones.
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La chispa que encendió el proyecto
Omar Minaya, ex gerente general de los Mets y actual Consejero Senior de los Yankees, fue la pieza clave que inició las conversaciones. Su cercanía con Alfredo Harp Helú, dueño de los Diablos Rojos, abrió la puerta a la posibilidad de este encuentro histórico.
Un proceso meticuloso y colaborativo
Las negociaciones formales comenzaron en agosto de 2023. A partir de allí, se estableció un diálogo constante entre ambas partes para definir los detalles logísticos, económicos y deportivos del evento.
Elementos claves para el éxito:
Interés de los jugadores: La iniciativa surgió a partir del deseo de algunos jugadores de los Yankees, como Giancarlo Stanton y José Treviño, de jugar en México.
Apoyo de las autoridades: La colaboración entre los Diablos Rojos, Yankees, MLB, las autoridades federales y locales fue fundamental para garantizar la seguridad y el buen desarrollo del evento.
Capacidad del Estadio Alfredo Harp Helú: El estadio, considerado uno de los mejores de Latinoamérica, cumplió con los altos estándares de MLB para albergar el partido.
Un evento con un significado especial
El regreso de los Yankees a México, tras 56 años de ausencia, representa un hito histórico para el béisbol mexicano. Además de ser un atractivo espectáculo deportivo, este encuentro servirá para: