América se tensó políticamente este sábado 6 de abril luego que el Gobierno de Ecuador asaltara la noche de ayer la Embajada de México en la ciudad de Quito (capital del país Sudamericano), lo cual llevó a la ruptura de relaciones diplomáticas con la nación norteamericana.
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La irrupción de Policía Nacional ecuatoriana se debió a la orden de captura que tiene Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa (2007-2017), a quien el Gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador le concediera el asilo político que había solicitado.
Los funcionarios policiales treparon por los muros de la sede diplomática mexicana para capturar a Glas, quien tiene una orden de prisión preventiva por un caso de presunta corrupción en el que está actualmente procesado, tras haber pasado entre 2017 y 2022 cerca de cinco años en la cárcel por dos condenas vigentes por delitos que él rechaza al considerar que es víctima de una persecución política en su contra.
El jefe de la Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada, Roberto Canseco, detalló a periodistas locales sobre el accionar mencionado de los los agentes ecuatorianos, quienes agredieron al personal de guardia de la sede diplomática. "Esto es totalmente inaceptable, esto no puede ser, es la barbarie", señaló Canseco y ha denunciado que los agentes lo golpearon cuando los encaró para tratar de impedir que violaran el espacio de la Embajada de México en Quito.
Ecuador y México rompen relaciones
Minutos después, el Gobierno ecuatoriano confirmaba en un comunicado en redes sociales la detención de Glas, al igual que lo hacía el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en redes sociales para denunciar "una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México".
"He instruido a nuestra canciller (Alicia Bárcena) que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el Gobierno de Ecuador", anunció López Obrador.