Según los Evangelios, durante la Última Cena, Jesús compartió con sus apóstoles un banquete ritual judío de Pesaj, conocido como Seder. En este evento, Jesús tomó pan sin levadura, conocido como Matzá, y lo bendijo, diciendo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros". Luego tomó un cáliz de vino y, tras pronunciar la acción de gracias, dijo: "Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros". Jesús bebió de la llamada "quinta copa", reservada al profeta Elías, indicando que los tiempos mesiánicos estaban cumplidos.
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Estas acciones dieron origen a la institución de la Eucaristía, donde el pan y el vino consagrados representan el cuerpo y la sangre de Cristo, según la fe cristiana.
Por la tarde del Jueves Santo, la Iglesia católica celebra la misa conmemorativa de la Cena del Señor, donde el sacerdote lava los pies de doce fieles en recuerdo del gesto de humildad de Jesús con sus apóstoles. Además, se adora la Eucaristía en memoria de la agonía de Cristo en el jardín de los olivos. Este día es uno de los momentos más importantes de la Semana Santa, junto con la celebración de la Navidad, para la cristiandad.