Raúl Pérez / @enriul
Cuando en el receso entre temporadas, Golden State sacudió el mercado con la contratación de Kevin Durant, estaban pensando en este día, y el alero no los defraudó. Durant fue clave en la coronación de los californianos en las finales de la NBA, al anotar 39 puntos en el cuarto de la final.
Durant, desde el primero de la final, se mostró especialmente enchufado, motivado por la responsabilidad que cargaba en sus espaldas. Era de suponerse que su llegada le diera un plus a los Warriors, quienes venían de caer derrotados de manera inolvidable en las finales del año pasado.
Sin embargo, este año los de Steve Kerr no dieron espacio a la remontada y mucho le deben a "Durántula". El de Maryland anotó 38 puntos en el primer juego de la final, sumó 33 en el segundo, cuando los californianos colocaron la serie 2-0. En el tercer duelo, Kevin Durant sumó 31 unidades, y Golden State se colocaba a un triunfo de la gloria.
Cleveland logró llevarse el cuarto de la serie, para meter un poco de miedo en el cuerpo de los Warriors, más sin embargo, Durant anotó la friolera de 35 puntos. Y en la noche del lunes, en el quinto de la gran final, Kevin Durant cerró su serie de ensueño con broche de oro, al anotar 39 puntos más, el que más anilló por parte de los campeones.
Así, de la mano del número 35, quien promedió justamente 35 puntos en las finales, los Golden State Warriors se llevaron su segunda final en tres años ante los Cleveland Cavaliers de LeBron James.