César Sequera Ramos
Aníbal Sánchez perdió su puesto en la rotación luego de un inicio de temporada para el olvido. Sin embargo, desde que fue insertado en el cuerpo de relevistas, el lanzador de los Tigres de Detroit empieza a demostrar que todavía puede dominar a los maderos de las Grandes Ligas.
Sus estadísticas mejoraron increíblemente, pero más allá de eso, Aníbal Sánchez ha recuperado la confianza en sus habilidades. “Me siento muy bien en este momento”, afirmó el diestro al Detroit Free Press. “Puedo colocar la pelota en cualquiera de las esquinas, y creo que la velocidad, movimiento, todo está de regreso”.
La ubicación fue el principal enemigo de Aníbal Sánchez en el inicio de 2016. Como lanzador abridor, su efectividad estaba por 6.67 y había concedido 14 cuadrangulares en solamente 56.2 entradas de labor.
Mientras que desde que pasó al bullpen, su promedio de carreras limpias bajó a un excelente 1.86 y no ha permitido jonrón en los 9.2 episodios que laboró. Además, tiene seis ponches, con solamente dos boletos y limita a los maderos rivales a un bajo .273.
“Presentación por presentación, me voy sintiendo mucho mejor”, aseguró Aníbal Sánchez, quien puso todo su enfoque en solucionar los problemas en su mecánica. “Trato de mantenerme arriba en cada lanzamiento y eso me ha ayudado a mantener la pelota baja”.
Pero ese nuevo rol no le permite tener ningún tipo de descuido. La mayoría del tiempo que los relevistas entran en acción, son situaciones de apremio y que entregan mucha presión, algo que ya se dio cuenta Aníbal Sánchez.
“Hay un poco más adrenalina”, argumentó. “Especialmente cuando abres el inning permitiendo un doble, pero necesito enfocarme en ejecutar los lanzamientos”, concluyó.
Martes 2016-06-21