En todo Juego Perfecto o No-hitter siempre habrá una jugará que será recordada por todos como la que "casi" arruina la excelencia de aquel abridor. En esta oportunidad, Ramón Flores se convirtió en el héroe inesperado de Ángel Padrón para alcanzar el segundo no hit no run en la historia de la Serie del Caribe.
El zurdo de los Tiburones de La Guaira puede darle créditos de la increíble hazaña ante Gigantes de Rivas al jardinero, quien ingresó en pleno partido debido a una lesión de Franklin Barreto por un pelotazo. Mientras el lanzador se encontraba en su perfección monticular, el guardabosque apareció en las praderas centrales del LoanDepot Park con una milagrosa atrapada para mantener sin hits a los nicaragüenses.
En la parte alta de la séptima entrada, Padrón recibió una contundente conexión de Francisco Peguero que parecía que terminaba con la magia del serpentinero, pero el patrullero venezolano lució de manera increíble con su guante para culminar las acciones en dicho tramo.
Flores estiró su guante hasta el engramado del LoanDepot Park y capturó la bola para concretar el tercer out de la pizarra. El lanzador alzó los brazos y agradeció la extraordinaria intervención con aplausos. Después de eso, el zurdo pudo alcanzar la proeza sin dificultades, pese a que otorgó un pasaporte.
Además de joyita a la defensiva, la ficha de los Bravos de Margarita también le dio respaldo con el madero al remolcar las primeras dos anotaciones del encuentro con sencillo al jardín central, en la baja del cuarto episodio. Aunque no arrancó en el lineup, el toletero ligó de 4-2 con dos producidas y terminó como protagonista en la histórica jornada para Venezuela.