Redacción Meridiano
En una entrevista en el programa Se Habla Deporte, Erick Pignoloni, explicó de gran forma lo ocurrido con la representación criolla en el Clásico Internacional del Caribe, que se disputó ayer en el hipódromo de Camarero, en Puerto Rico.
“A los ejemplares los medican en todo el mundo, principalmente con Lasix, que es un diurético que atenúa el mal de los ejemplares sangradores que, mezclado con otro tipo de atenciones en la semana, evita que el ejemplar sangre profusamente”, explicó.
“En los países caribeños es normal que haya muchos caballos sangradores. Los ejemplares sangran por el esfuerzo, por el cambio de ambiente, cómo es el caso de Puerto Rico, país de mucho calor y humedad”, comentó.
“Se permiten hasta 5CC de Lasix de aplicación para los purasangres, cinco horas antes de la competencia. Si la carrera está programada a las 7:15pm y se retrasa 45 minutos eso incide y pude deprimir al caballo”, dijo.
“Al emplearse a fondo el ejemplar y no estar protegido por el medicamento sucede la hemorragia pulmonar, porque el medicamento no es efectivo”, finalizó.
Por su parte, el director de la Gaceta Hípica José Armao, participó en el programa vía telefónica y manifestó varias cosas importantes.
“Recuerdo claramente cuando hace par de años se hizo un boicot entre las delegaciones de Puerto Rico y Panamá para que no se corriera más en Gulfstream Park, solo Venezuela apoyó a esa sede. Pero allí fue cuando se eligió a Puerto Rico como sede”, explicó.
“Lo que ocurrió ayer fue algo dantesco, 45 minutos de música es algo que jamás se había visto en la historia de este clásico”, dijo. “El clásico del Caribe nació en 1966 en Puerto Rico y puede, si nos descuidamos, haber muerto ayer”, finalizó.