Durante 75 años la Fórmula 1 ha cautivado a muchos aficionados por la mezcla de peligro y velocidad en cada carrera desde que existe del Mundial, lugar donde se forjaron grandes pilotos y leyendas, uno de estos héroes, es Niki Lauda, quien logró tres títulos mundiales acumuló 25 victorias y 54 podios, en un total de 177 carreras, estuvo en la F1 dos periodos 1971-1979 y 1982-1985. Pero más allá de los número lo que hizo al austríaco inolvidable en la historia, fue su escape de la muerte.
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Uno de sus accesorios del fatídico día, el casco, será subastado por el Departamento de Automobilia de Bonhams | Cars, el próximo fin de semana en el marco del GP de Miami, específicamente el día sábado 4 de mayo.
Una parte de los ingresos se donará a la organización benéfica UNICEF, elegida por la familia Lauda, quien falleció en 2019 tras haber dirigido tres aerolíneas y varios equipos de Fórmula 1.
Desde 1976, el casco ha estado en manos privadas en notables colecciones de carro y recuerdos de Fórmula 1. El objeto estará expuesto en la carpa de Bonhams|Cars en el Miami International Autodrome durante el fin de semana de la carrera.
La historia detrás del casco
Esta historia de terror pero que se convirtió en hazaña, se remonta al Gran Premio de Alemania de 1976, que se disputada en el mítico trazado de Nurburgring, uno de los más viejos e imponentes circuitos del planeta por su longitud (22 kilómetros), velocidad y 170 curvas, lo hicieron ganar el apodo del "Infierno Verde".
En esa ocasión, Lauda luchaba por el título mundial contra James Hunt. Dicho por él mismo, su desespero por alcanzar al británico lo hizo cometer un error, al golpear uno de los cordones de la pista que lo catapultó hasta la berrera de seguridad a 200 km/h. Su Ferrari 312T2 quedó hecho pedazos en el medio de la pista y un principio de incendio, pero terminó explotando cuando fue embestido por el Surtees de Brett Lunger.
La carrera fue detenida mientras algunos pilotos que llegaron al accidente lograron sacar del carro al ya agonizante Lauda, que se había desmayado por el humo y el doble impacto. El piloto sufrió terribles quemaduras en el cuerpo, manos y cara, aunque sus traje logró resistir más de dos minutos los 1.000 grados generados por el incendio.
Antes de la carrera, Lauda había intentado boicotear la carrera en el Nordschleife por falta de medidas de seguridad, pero no lo logró la cantidad de votos necesarios de los pilotos.
A pesar de sufrir graves quemaduras y daños respiratorios, Lauda regresó a la competición en el Gran Premio de Italia, apenas 40 días después del accidente. Se clasificó en quinto lugar y terminó cuarto en la carrera de 52 vueltas, ahí parte su leyenda.