Fahry X. Figueroa (@fahryfigueroa)
"Dossier secreto doping: cómo fabrica Rusia a sus ganadores", ese es el nombre del documental transmitido a finales de 2014 por una televisora alemana que destapó todo los escándalos de dopaje que recae sobre los atletas rusos y que hoy desemboca en la suspensión de sus representantes en atletismo y el posible veto del país de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Ese año definitivamente fue el preludio de lo que viven hoy los rusos. Los ojos del mundo se posaron sobre el canal público alemán ARD, el cual difundió textos, audios y grabaciones secretas recopiladas por el periodista Hajo Seppelt, que dejaban en evidencia el dopaje de los atletas y el encubrimiento por parte del estado.
Pero lo más destacado de este documental, y lo que encendió aún más las alarmas del Comité Olímpico Internacional (COI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) fueron las declaraciones de los propios atletas, que confesaban el uso de sustancias prohibidas como un hábito normal entre los deportistas de ese país. Además explicaban que el estado los apoyaba y protegía.
Las investigaciones de Seppelt tuvieron un alcance tan grande, que llegó hasta la Agencia Antidoping Rusa (Rusada) la cual pasaría a ser uno de los órganos claves en esta investigación.
IAAF y COI se unieron
Una vez transmitido el documental, que tuvo una duración de 60 minutos, comenzaron los comunicados en donde los principales organismos deportivos manifestaban su preocupación y rechazo a tales afirmaciones. Fue en ese momento en que el AMA y la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) se unieron para aclarar los hechos.
En noviembre de 2015 se revelaron los resultados y se tomó la decisión que en este momento tanto le pesa a Rusia. La AMA recomendó suspender al país de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, apoyados por la máxima autoridad de atletismo mundial, que posteriormente suspendería a la Federación Rusa.
El Gobierno ruso desmintió las acusaciones y además acusó a la AMA de eludir los protocolos establecidos para tratar el dopaje. También subrayaron que este ente no tiene potestad para tomar esta decisión, sin embargo, el IAAF sí.
El pasado mes de junio se confirmó la suspensión de los atletas. Tras una reunión realizada en Viena (Austria) se decidió de manera unánime que los rusos no participarían en ningunas de las competencias de atletismo en los Juegos Olímpicos. 68 atletas apelaron la decisión. Pero el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) mantuvo la sanción.
McLaren lo complicó
Otro nombre se hizo conocido para sacar a la luz varias respuestas. La AMA pidió al abogado Richard McLaren que investigara todo lo que envolvía este tema. De estas indagaciones resultó el "informe McLaren" que no solo confirma las voces, sino que deja ver la posición del estado ruso ante estos hechos.
Según McLaren, desde los Juegos de Invierno de Sochi 2014 se han implementado esta práctica por parte de los rusos para obtener buenos resultados. Esta competición detonó la ambición de las autoridades por el hecho de ser los anfitriones.
Richard McLarenSegún se explica en el documento, se realizaban diferentes amaños para tapar a los atletas. Desaparecía la información sobre los positivos, guardaban muestras "limpias" de orina para que esas fueran las estudiadas. El Ministerio de Deportes, la Agencia Rusa Antidopaje (Rusada) y el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) fueron vinculados con este hecho.
Este domingo se conocerá el desenlace de lo que podría ser uno de los escándalos más grandes del deporte. El Comité Olímpico Internacional dirá si Rusia participará o no en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El organismo apoyará su decisión en los que concluyan el panel de Federaciones Internacionales que llevan el caso. Sea cual sea la medida del COI, seguramente de ahí surgirá otro tema digno de debates e investigaciones.