Juan Pablo Chourio
La esgrima olímpica coronó al surcoreano Sanyoung Park y al equipo francés en las pruebas individuales y por equipos de espada. En ninguna de las dos competencias figuraron venezolanos en el podio y el arribo de los atletas al Aeropuerto de Maiquetía fue sin mucha algarabía: un diploma en la categoría por equipos apenas lo ameritaba.
Rubén Limardo Gascón, oro en Londres 2012, se trazó un objetivo que solo consiguió el cubano Ramón Fonst en 1900 y 1904: revalidar el título olímpico. La gesta incluso era más cuesta arriba, ya que los ganadores de la espada individual en Atenas 2004 y Pekín 2008 ni siquiera participaron en las olimpiadas siguientes.
Las expectativas eran altas cuando el abanderado nacional se montó en la pedana para combatir con el egipcio Ayman Fayez en la ronda de 32. Sobre todo porque en el entorno del esgrimista había la confianza para repetir lo hecho hace cuatro años; sin embargo, la realidad superó cualquier deseo de defender la presea dorada y el vigente campeón salió apaleado 5-15.
“Cometí un error. Bajé en el ranking, pensé que me iba a tocar alguno de los primeros diez, pero me tocó Fayez en el draft y no lo habíamos estudiado. Me cayó por sorpresa, pero estaba tranquilo porque lo había derrotado tres veces”, comentaría después. La pérdida causó decepción en los fanáticos venezolanos, mientras que el equipo lo tomó como parte de la experiencia para Tokio 2020 porque “decepción es cuando no se trabaja”.
El descalabro en Río tiene, entre sus múltiples causas, la tensión que había en el campeón. A pesar de que tuvo tres meses para elevar su condición física luego de una lesión en la hernia discal, comentó que la presión estalló cuando ya estaba montado en la pedana. Trabajar con aquel peso es una tarea que deben ajustar para próximos eventos.
La experiencia de Silvio Fernández, que no estará más en una cita multidisciplinaria porque se retiró, tampoco sirvió para transcender en espada individual. Sin embargo, el protagonista criollo fue Francisco Limardo, que alcanzó los octavos de final y mejoró su actuación de Pekín 2008. “Me sentí al 100% físicamente, pero lamentablemente no se pudo lograr el objetivo”. Ahora, a los tiradores Rubén, Francisco, Silvio y el suplente Kelvin Cañas les tocará descansar por una o dos semanas.
La próxima vez que aparezcan los venezolanos en un combate será en octubre, cuando empiece la temporada con una competencia en Berna, Suiza. Uno de los objetivos para el próximo ciclo es conseguir un título mundial o medalla en categoría por equipos que, hasta ahora, no tiene Venezuela.