La hipertensión arterial es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es una enfermedad a menudo asintomática, muchas personas pueden no ser conscientes de que la padecen. Se caracteriza por una presión arterial elevada, que ejerce una carga adicional sobre el corazón y los vasos sanguíneos.
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Existen factores de riesgo que pueden propiciar para la hipertensión arterial. Entre estos se encuentran el sobrepeso, una dieta rica en sodio, el sedentarismo y antecedentes familiares de la enfermedad. Aunque algunos de estos factores pueden ser controlados con cambios en el estilo de vida, otros, como la edad y la genética, pueden ser más difíciles de modificar.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, es una condición muy común. Este padecimiento crónico ocasiona que la fuerza del flujo sanguíneo contra las paredes de las arterias sea constantemente alta. Esta condición puede ser causada por factores genéticos, un estilo de vida poco saludable, obesidad e incluso ciertos medicamentos.
La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se registra con dos números. El primer número (presión sistólica) representa la presión cuando el corazón late. Por su parte el segundo número (presión diastólica) representa la presión cuando el corazón está en reposo entre latidos. Se considera hipertensión cuando la presión arterial es igual o superior a 130/80 mmHg.
Riesgos y consecuencias de la hipertensión
La hipertensión arterial puede tener graves consecuencias para la salud si no se controla adecuadamente. Por este motivo los especialistas recomiendan llevar un control médico. De esta forma se pueden atender a tiempo las posibles consecuencias que puede provocar la hipertensión. A continuación te contación cuáles pueden ser algunos de estos efectos negativos generados a partir de la tensión alta.
- Aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares
- Pérdida de visión
- Problemas cognitivos.
- Puede contribuir al desarrollo de otras condiciones médicas, como la diabetes y la apnea del sueño.
Existen varios tipos de medicamentos utilizados para tratar la hipertensión arterial y ayudar a controlarla. Uno de los tipos más comunes son los diuréticos, que ayudan a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo.
Además existen otro tipo de medicamentos que ayudan a relajar los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial. Estos fármacos ayudan a relajar los músculos del corazón y los vasos sanguíneos, lo que reduce la presión arterial. Otros medicamentos incluyen betabloqueantes, inhibidores de la renina y vasodilatadores.
Es importante destacar que el tratamiento de la hipertensión arterial generalmente implica cambios en el estilo de vida. En estos casos es importante comenzar a hacer una dieta saludable, ejercicio regular y limitar del consumo de alcohol. El uso de medicamentos debe ser supervisado por un médico y combinado con un enfoque integral.
La hipertensión arterial es una condición grave que puede tener consecuencias significativas para la salud si no se trata adecuadamente. Con la combinación adecuada de medicamentos y cambios en el estilo de vida, es posible controlar la presión arterial.